El Ministerio del Interior avanzaba esta mañana a través de un comunicado que agentes de la Policía Nacional han detenido a 55 falsos vigilantes, algunos de ellos cuentan con antecedentes policiales y penales, que se encargaban incluso de custodiar explosivos.
En el marco de esta operación se han producido detenciones en las provincias de Toledo, Cuenca, Madrid y Badajoz.
Los detenidos carecían de la preparación necesaria y fueron contratados gracias a titulaciones falsificadas, para trabajar como vigilantes de seguridad, vigilantes de explosivos o escoltas privados para 30 empresas diferentes.
Las 55 personas detenidas por la Policía Nacional acusadas de ser falsos vigilantes de seguridad obtenían el carné que les habilitaba para trabajar gracias a la "deslealtad" de un antiguo empleado de un Centro de Formación --lugar donde se expedían los diplomas-- que falsificaba estos documentos y, posteriormente y con la ayuda de una decena de intermediarios, los comercializaba por unos 600 y 1.800 euros.
No obstante, no consta que haya habido "ningún tipo de irregularidad" en la ejecución de sus funciones, a pesar de que uno de los detenidos tenía antecedentes penales por un presunto delito de homicidio y se encontraba ya en prisión.
Uno de los falsos vigilantes de seguridad detenidos por la Policía Nacional vigilaba el control de acceso a la central nuclear de Almaraz, en Cáceres, según ha explicado el jefe de la Unidad Central de Seguridad Privada de la Policía en rueda de prensa.
La mayor parte de los detenidos son españoles y ciudadanos provenientes de Hispanoamérica y del norte de África que habían conseguido la nacionalidad española, aunque doce de ellos poseían la nacionalidad rumana de origen. A todos ellos, se les acusa de un delito de falsedad documental y de intrusismo. La investigación sigue abierta y no se descarta que puedan haber más imputados o detenidos por estos mismos hechos.
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