sábado, 9 de noviembre de 2013

ESCUELA JULIAN BESTEIRO


Es esta ocasión mi paso por la Escuela Julián Besteiro ha estado marcada por la noticia del fallecimiento de Gabi (José Gabriel Gonzáles González), de la que nos informo Luciano el primer día, ya que, algunos de los presentes le conocíamos de anteriores estancias en la escuela.
He pensado, que puedo hacer a demás de poner la imagen de su libro, como mi modesto homenaje a este gran educador y he recordado una letras que escribí, en el año 2006 y que no llegue difundir, sobre mi aprendizaje en esta magnifica escuela, que aquí plasmo.

Con motivo del curso “conocer el sindicato” ha tenido lugar un encuentro en la Escuela Julián Besteiro que nuestro sindicato U.G.T. tiene en Madrid.
Este curso ha servido para poner en contacto unos compañeros con otros, intercambiando experiencias e información, denotándose que todavía existe desconfianza, recelos e inseguridad entre todos, cuando realmente lo que tiene que haber es sinceridad y valentía sin tener que sentirse por ello nadie ofendido, precisamente estas reuniones tienen que servir para mejorar y unificar criterios.
            El primer día Gabriel como docente, me trajo a la mente mi paso por C.O.U. y la Historia Contemporánea para mí apasionante, está asignatura marco todo mi ideal hasta hoy en día, descubrí las luchas obreras, la revolución industrial, me vinieron nombres a la mente, Bakunin, A.I.T., Marx, la primera internacional, la segunda internacional, la crisis del 29, etc.
Mi padre al igual que el padre de Gabriel, también estuvo en el frente (Guerra Civil Española) con la  quinta que llamaron del biberón en el último año de la contienda, pero en el lado contrario, donde le llevaron. Miro a mi hijo que tiene la misma edad que mi padre, cuando se lo llevaron a la guerra y veo muchas vidas destrozadas, por la sinrazón y la locura.
            Con Luciano profundizamos más, anarquía, socialismo, tanto es así, que surgió un debate, en el cual nos enfrascamos, Luciano muy generoso nos dejo debatir.
            El último día cuando Miguel Ángel nos enseñaba las fuentes del derecho laboral, recordé una anécdota que tengo de un profesor, que por casualidad lo tuve en tres etapas de mi vida, que curiosamente coinciden con tres etapas de la llamada transición de la dictadura a la democracia.
En primer lugar me dio clases en un colegio de los que hoy se llaman concertados, de una asignatura que a algunos os sonara un poco raro Formación del Espíritu Nacional, en un curso del Bachillerato Elemental, mas tarde me lo volví a tropezar en sexto de Bachiller con la misma asignatura F.E.N. ó Política como también se le llamaba, pero esta vez en el instituto en el curso 75-76. Lloró en clase cuando murió Franco, dándonos la noticia. Tras mi paso por C.O.U. y por el servicio militar, que tuve que hacer por cojones, sigo siendo antimilitarista, me tropiezo a este educador en el Escuela Universitaria de Ciencias Empresariales de Murcia, impartiendo Introducción al Derecho Civil y Patrimonial en el curso 80-81, (intento golpe de estado 23 F), para estas fechas es un gran demócrata y defensor de las libertades, “cosas que tiene la vida”.
Mis pensamientos vuelven a  clase y surge en el debate esta frase “el derecho a la huelga es un derecho Constitucional”, salta el camarada Damián y dice:- Nosotros estamos fuera de la Constitución, pues no tenemos derecho a la huelga. Apostilla el camarada F. Argomaniz:- Si la realizamos las estructura capitalistas del Estado se desmoronan.
            Bueno, lo que pretendía decir con estas historias es que los tres educadores han sido formidables.
            Nosotros pensando en el convenio, en como sacarle las pelas a la empresa (ella siempre piensa lo contrario), pero hay algo mas, mucho mas, el edificio donde esta enclavada la escuela invita a la reflexión y la cultura, el patio interior es encantador y mas en esta fechas de primavera, con el chisporroteo continuo de la fuente donde acuden los gorriones a bañarse, la meditación  me retrotrae hasta cien años atrás. Este edificio fue construido a principios de los años cuarenta y utilizado como escuela, en la formación de mandos del frente de juventudes, mas tarde fue utilizado como escuela agraria, cedido por fin a U.G.T. en el año 1.988 en usufructo para que fuera destinado a la educación.
            Mi paso por la biblioteca fue efímero, pero fructífero casi logre leerme un libro de psicología de la educación, pues como padre siempre hay cosas que aprender.
            Las fuentes del Derecho.........…
De nuevo en el día de hoy, y transcurridos unos pocos años desde mi anterior apunte, doy mi agradecimiento a Luciano por la pasión que pone en enseñarnos, que sigas siempre así, (en la próxima ocasión prometo intentar no escaquearme), espero que Elva este totalmente recuperada y para Benjamín, que puedo decir de Benjamín, son ya algunos años que nos conocemos y que debatimos, le profeso un gran respeto y admiración.  

Para Carlos el coordinador, muchas gracias por todo, ha sido una estancia muy agradable, saludos.



De mi estancia en la Escuela siempre he intentado traerme algún tesoro como: el cd ¡Viva la República!, Canciones populares o el Homenaje a Miguel Hernández,
 Centenario 1910 – 2010, del que pude disfrutar, pero, en esta ocasión tengo el libro póstumo de Gabi, “Coplas ocultas de la República” un tesoro que ya he empezado leer y que prometo custodiar.