Una historia sentimental, un robo en un banco, una investigación de por medio y hasta una expedición policial a la planta de residuos del Hacho en busca del dinero perdido. Todos estos factores han dado forma a una de las últimas intervenciones policiales que se ha saldado con la detención de dos personas, acusadas de hurto, y la recuperación de 17.228 euros que habían desaparecido de una la sucursal del BBVA ubicada en la plaza de los Reyes.
Los hechos, de los que ayer informó la Jefatura Superior, tuvieron lugar esta semana, cuando se cursó aviso a la Policía de lo ocurrido por parte del apoderado de la entidad bancaria que señaló que el dinero había sido depositado en dicha entidad y que estaba en un saca procedente del servicio de Arbitrios del Ayuntamiento de Ceuta.
El dinero había sido entregado en la oficina bancaria por la empresa de Transportes LOOMIS y la saca la había recibido una de las cajeras. Esa era la pista con la que contaba la Policía. Según la cajera, había dejado la saca al lado de su mesa para posteriormente hacer el ingreso. Y ahí se produjo el primer fallo de la cadena. Según la Policía, debido a la sobrecarga de trabajo, al finalizar su jornada laboral abandonó la sucursal junto al resto de empleados y se olvidó de contar los euros de la saca. Con todos los empleados fuera de la oficina, se quedaban dentro de la sucursal otra empleada del banco y la limpiadora, identificada como R. N. L. S. Cerca de ambas, la saca con más de 17.000 euros. Así las cosas, y con la golosa cantidad sin control alguno, la limpiadora aprovechó que la empleada realizaba ciertas gestiones para ir recogiendo los papeles y suciedad del suelo en una bolsa de basura que posteriormente tiraría en los contenedores de la calle Millán Astray. De paso se llevaría el dinero.
Al día siguiente, ya en funcionamiento la entidad, se recibió la llamada del dueño de los euros, el Ayuntamiento. ¿El problema?: no se había procedido al ingreso de la cantidad entregada. Y ahí se montó el follón y surgieron las sospechas. La empleada con sobrecarga en el trabajo reconoció que se había olvidado de hacer el ingreso del dinero que contenía la saca entregada por la empresa LOOMIS, pero aseguró que ella lo había dejado junto a sus pies en el lateral izquierdo de su caja.
La saca no estaba allí, ni tampoco el dinero. En la denuncia el apoderado hizo constar que tanto la empleada de la limpieza como la empleada de la entidad, que permanecieron hasta el cierre de la sucursal, no observaron paquete alguno al abandonarla ni al limpiar el banco.
SOSPECHAS Y PASOS
Ahí comenzaría la investigación en busca de los euros y de la autora del hurto. La Policía llegó a desplazarse hasta la planta de residuos del Hacho, al sospecharse que el dinero se habría arrojado por descuido en las bolsas de basura. Pero ni por esas. Dice la Policía que los agentes, en compañía de cuatro empleados de Urbaser y el encargado, llegaron a registrar el contenedor donde supuestamente arrojaron las dos bolsas, encontrando solo una bolsa vacía que había contenido (según los datos de la entidad) la cantidad de 2.403,16 euros.
Tras la investigación abierta por la UDEV empezaron a atarse cabos. De las gestiones realizadas por funcionarios resulta que entre las 11:00 y las 13:00 horas del lunes, la entidad había recibido de la empresa LOOMIS dos bolsas con dinero, una con 2.403,16 euros y la otra con 17.228,88 euros, siendo esta última la que desaparece. Empezaba a aclararse el entuerto, ya que la única persona que tuvo acceso al dinero desaparecido podía ser la limpiadora de la entidad bancaria.
Con una sospechosa en el cuadro investigador, la fémina acabó confesando que se había llevado la saca con el dinero y se la había entregado a su pareja sentimental, J.M.R.A., y que la bolsa con el dinero la habían escondido en las inmediaciones de su domicilio, en un agujero, tapándolo con una piedra.
Ante tales manifestaciones, los funcionarios actuantes procedieron a acompañar a J.M.R.A hasta el lugar descrito, que se encontraba en pleno monte, pudiendo comprobar cómo en el lugar indicado había una piedra la cual tapaba el supuesto agujero. Uno de los policías procedió a levantar dicha piedra, comprobando que debajo de la misma, en un agujero, estaba el paquete sustraído.
Seguidamente los funcionarios actuantes procedieron a la intervención del dinero y a la detención de ambos y en su presencia se hizo el recuento comprobándose que había 17.100 euros, por lo que faltaban 128’88 euros del contenido de la bolsa.
Ambos detenidos han sido puestos a disposición judicial, acusados de un presunto hurto. El dinero ya ha vuelto a casa: el banco. Los trabajadores han recuperado la calma y el banco ha podido ingresar los euros en la cuenta ordenada por su propio dueño.
Tras la investigación abierta por la UDEV empezaron a atarse cabos. De las gestiones realizadas por funcionarios resulta que entre las 11:00 y las 13:00 horas del lunes, la entidad había recibido de la empresa LOOMIS dos bolsas con dinero, una con 2.403,16 euros y la otra con 17.228,88 euros, siendo esta última la que desaparece. Empezaba a aclararse el entuerto, ya que la única persona que tuvo acceso al dinero desaparecido podía ser la limpiadora de la entidad bancaria.
Con una sospechosa en el cuadro investigador, la fémina acabó confesando que se había llevado la saca con el dinero y se la había entregado a su pareja sentimental, J.M.R.A., y que la bolsa con el dinero la habían escondido en las inmediaciones de su domicilio, en un agujero, tapándolo con una piedra.
Ante tales manifestaciones, los funcionarios actuantes procedieron a acompañar a J.M.R.A hasta el lugar descrito, que se encontraba en pleno monte, pudiendo comprobar cómo en el lugar indicado había una piedra la cual tapaba el supuesto agujero. Uno de los policías procedió a levantar dicha piedra, comprobando que debajo de la misma, en un agujero, estaba el paquete sustraído.
Seguidamente los funcionarios actuantes procedieron a la intervención del dinero y a la detención de ambos y en su presencia se hizo el recuento comprobándose que había 17.100 euros, por lo que faltaban 128’88 euros del contenido de la bolsa.
Ambos detenidos han sido puestos a disposición judicial, acusados de un presunto hurto. El dinero ya ha vuelto a casa: el banco. Los trabajadores han recuperado la calma y el banco ha podido ingresar los euros en la cuenta ordenada por su propio dueño.
LA INVESTIGACIÓN. LA LLEVÓ A CABO LA UDEV TRAS LA DENUNCIA QUE FUE PRESENTADA POR EL APODERADO DE LA ENTIDAD BANCARIA. TRAS LAS INDAGACIONES Y MÚLTIPLES SOSPECHAS SE PUDO SABER DE LA POSIBLE IMPLICACIÓN DE LA LIMPIADORA QUE TERMINÓ CONFESANDO. AL FINAL HA SIDO DETENIDA JUNTO A SU NOVIO, RECUPERÁNDOSE ADEMÁS EL DINERO QUE SE HABÍA DADO POR DESAPARECIDO. YA TODO ESTÁ EN REGLA.