Uno de los estonios tenía un walkie-talkie, por lo que los agentes creen que había otra persona fuera de la tienda.F. PÉREZ ÁVILA · J. MUÑOZ La Policía Nacional está buscando a una tercera persona que podría haber participado en el atracoa la joyería Shaw de la Plaza Nueva perpetrado el pasado miércoles. Este tercer atracador podría haberse quedadofuera de la tienda y huir al ver que sus compañeros habían sido detenidos por un vigilante de seguridad, un escolta del alcalde y varios viandantes.
Los agentes del Grupo de Atracos de la Policía Nacional sospechan de la participación de una tercera persona después de que a uno de los dos arrestados se le interviniera un walkie-talkie que portaba en el momento del atraco. Sólo llevaban un aparato, por lo que posiblemente el otro estaba en posesión del tercer atracador.
Los dos detenidos, de nacionalidad estonia, seránpuestos a disposición judicial a lo largo de la jornada de hoy. Ante los agentes del grupo de Atracos, declararon que habían venido de Granada el día anterior y que pensaban que el atraco les iba a resultar sencillo. Esto demuestra que no habían preparado bien el golpe, ni calculado las dificultades de cometer un atraco de estas características a las once de la mañana en la Plaza Nueva, lugar de paso de numerosos policías y escoltas de concejales y donde se encuentran varios edificios oficiales con su propia seguridad privada.
La Policía registró el hostal en el que se quedaron los estonios en Sevilla, pero esta prueba no ha aportado ninguna novedad sustancial a la investigación. Los dos ciudadanos estonios entraron en la joyería Shaw a las once de la mañana del miércoles armados con una pistola simulada. Con un aerosol de pimienta trataron de aturdir a los empleados, al tiempo que se hicieron con diez relojes Rolex que estaban en uno de los escaparates. Para ello utilizaron una escalerilla de mano que guardaban en una mochila.
Luego salieron de la tienda por una puerta que da a la calle Jaén, pero fueron sorprendidos por un vigilante de seguridad, un escolta del alcalde y varias personas que pasaban en ese momento por la calle. Los estonios apenas se resistieron, ya que habían dejado olvidada la pistola simulada en el interior del establecimiento. Entre todos redujeron a los dos extranjeros hasta que dos motoristas de la Policía Local llegaron para detenerlos.