LA
OPINIÓN | SANTA CRUZ DE TENERIFE
Si estás desbordado por tu trabajo y tienes la sensación de no poder dar
más de sí, convives con el desánimo, la frustración... Te has convertido en
otra víctima del síndrome del trabajador quemado.
Los trabajadores que atienden a diario las demandas de
otras personas, están en una situación de riesgo de acabar quemados. Estamos
hablando de los que soportan "una mayor presión asistencial, que en
ocasiones puede superar las capacidades que tiene el individuo para poder adaptarse
a estas situaciones".