Los nervios y el miedo desestabilizaron a la vigilante de seguridad de unas obras que se están ejecutando en Ciaño hasta el extremo de llegar a inventarse una agresión sexual. A las pocas horas ya estaba arrepentida de la historia que ella misma había contado y acudió a la Policía para intentar remediar su error y contar lo que realmente pasó en su lugar de trabajo.
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