Los furgones blindados cargados de dinero que abastecen y retiran el
efectivo de gran parte de los centros comerciales, grandes superficies, bancos,
cajas de ahorros y cajeros automáticos de la Región no salieron ayer a la
calle. Los 100 trabajadores de la empresa Securitas Tratamiento Integral de
Valores (STIV) de la Delegación de Murcia realizaron durante toda la jornada un
paro como medida de protesta contra el despido de tres trabajadores y la
sanción de otros diez por parte de la empresa.
Según José Quesada, presidente del comité de empresa, estas acciones de la
Dirección, forman parte de «las represalias y el chantaje» que STIV está
llevando a cabo contra los trabajadores por las medidas de presión que éstos
están realizando para obtener una subida salarial. La Mesa Negociadora del
Convenio Nacional de Empresas de Seguridad está discutiendo estos días el
aumento de los sueldos para el Subsector del Transporte de Fondos.
Las medidas de presión por parte de los empleados comenzaron el lunes y
consisten básicamente en trabajar las horas que estrictamente marca la jornada
ordinaria. Esto suposo que algunos servicios a clientes se quedaran sin
realizar cuando terminó la jornada.
La empresa STIV se dedica al manipulado, recuento, clasificación y transporte
de efectivo, y da servicio a diario a la mayoría de entidades bancarias,
grandes superficies, supermercados y cajeros de la Región. De no alcanzarse un
acuerdo entre trabajadores y empresas, muchos cajeros podrían quedar
desabastecidos y las superficies comerciales y cajas de ahorros se podrían ver,
bien desbordadas de efectivo, bien desprovistas de dinero.
Hoy se vuelve al trabajo
El comité de empresa explicó que la petición de la mesa negociadora para
este colectivo dentro del sector de seguridad privada consiste en la creación
de un plus de actividad de 150 euros «para compensar las nuevas actividades del
sector, así como la desaparición del Banco de España, cuyas funciones tendrán
que ser asumidas por este colectivo a nivel nacional».
Finalmente, los trabajadores se han reincorporado hoy a sus puestos tras la
retirada, a última hora de ayer, de las sanciones y los despidos de los trece
empleados. Sin embargo, Quesada anunció que se trabajará en las mismas
condiciones que el lunes, es decir, respetando el horario que marca la jornada
ordinaria, sin realizar horas extraordinarias, por lo que, casi con seguridad,
volverán a quedar servicios sin realizar. La empresa, por su parte, no quiso
hacer declaraciones sobre el conflicto laboral.